Se trata de una técnica de facilitación neuromuscular propioceptiva mediante el empleo en terapia de patrones de movimiento de grupos musculares parecidos a los utilizados en las actividades de la vida diaria provocando en el paciente una mejora del trofismo muscular, un aumento del recorrido articular, una mejora en la estabilidad y la propiocepción y un aumento del equilibrio con una mayor coordinación.
Realizamos tomas manuales como fisioterapeutas en determinados puntos dependiendo del patrón de movimiento requerido y ejercemos mayor o menor resistencia en función de los objetivos de tratamiento que pretendamos. Permite la combinación de técnicas específicas que incrementan la coordinación y el control motor en la ejecución del ejercicio.
Su uso está indicado a diferentes niveles: neuropatías periféricas, patología del sistema nervioso central, traumatología, reumatología, ortopedia, patología cardio-respiratoria, geriatría y medicina deportiva. Se tendrá en cuenta la edad del paciente, el estado físico y la tolerancia al esfuerzo del mismo.