Se basan en emplear el movimiento como bursitis… medida para mejorar la salud o recuperarse de una lesión o disfunción.
Pueden ser pasivas en las que el paciente no moviliza el segmento afectado sino que es el fisioterapeuta el que realiza la acción con el fin de aumentar la movilidad articular, liberar retracciones y promover la mejora en el metabolismo local.
También pueden ser activas, buscando activar distintos grupos musculares con la finalidad de activar grupos musculares y conseguir efectos en el metabolismo y a nivel circulatorio. La movilización, en todas sus variantes activas y pasivas, es un elemento clave de la fisioterapia, con un gran potencial para recuperar lesiones.
En un principio puede parecer una técnica sencilla, pero precedida de una buena valoración fisioterápica la movilización es realmente útil para mejorar de forma específica tras una lesión o un proceso de encamamiento.
